sábado, junio 07, 2008

On the road

http://imagecache2.allposters.com/images/pic/BOOK/BD003~On-The-Road-by-Jack-Kerouac-Posters.jpg

Que los publicistas son capaces de utilizar sin ningún escrúpulo cualquier sentimiento humano en su propio beneficio es algo que está suficientemente probado.

Un ejemplo reciente: en estos últimos días se emite por televisión un anuncio de BMW en el que se hace alusión a un mítico libro: On the road, En el camino, libro que escribió en 1951, Jack Kerouac (1922-1969) en un largo rollo de papel continuo al que Kerouac llamaba simplemente el rollo.


http://images.google.es/url?q=http://www.library.cornell.edu/olinuris/ref/ontheroadmss.gif&usg=AFQjCNFuGQOm2zWPRyWwK-cLhMv0k7OvPA

El libro, publicado en 1957, es considerado como una especie de Biblia para toda una generación, la Beat Generation. Muchos de sus miembros evolucionarían dando lugar a lo que hoy conocemos como movimiento hippie. Comienzo, pues, de los movimientos juveniles de contestación al sistema, de búsqueda de verdad, autonomía personal, libertad, etc. En nuestro país el movimiento beat llegó un poco retrasado: teníamos antes que quitarnos de encima al dictador y a todos sus demonios. Aunque en muchos de aquellos militantes antifascistas había mucho de beat, de jipi.


http://image.inkfrog.com/pix/kingvintage/Jack_Kerouac__C10034789.jpeg

Kerouac hizo los viajes que dieron lugar a este libro en coches destartalados, o preferentemente en autostop o en autobús, con el fin de observarlo todo de cerca y aprender de los pequeños detalles, impregnándose de la realidad cotidiana de sus personajes.


http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/43/Kerouac_Map.jpg

Mapa de los viajes que Kerouac realizó por Norteamérica y que relatan en En el Camino. Rojo: 1947; Azul: 1949; Verde:1950.

http://es.wikipedia.org/wiki/On_the_Road



El Movimiento beat fue considerado en su país como antiamericano (antiestadounidense) y comunista.

El sentido correcto de término beat según Kerouac guardaría relación con palabras como "beatitud" y "beatífico" para contrarrestar las connotaciones que se le daban en la prensa de la época de "totalmente vencido", o fracasado, o en el sentido de "ritmo".

Dice el autor de Beat Generation en Wikipedia:

“Esta "redefinición" que Kerouac hacía del término pretendía orientar hacia imágenes simbólicas del estilo de la derrota u oscuridad necesarias, precedentes a la apertura a la luz y la supresión del ego que conducen a la iluminación religiosa.”

Allen Ginsberg, uno de sus integrantes más famosos, observaba en el prólogo al libro "The Beat Book", editado por Anne Waldman y Andrew Schelling, otro posible significado: "acabado", "completo", en la noche oscura del alma o en la nube del no saber. E incluso "abierto", en el sentido whitmaniano de "apertura a la humildad".”

http://es.wikipedia.org/wiki/Beat_Generation

¿Qué tiene que ver esto con el planteamiento del anuncio de BMW? Absolutamente nada. Su utilización es un truco de publicista. Hoy casi todos los miembros de aquella generación han sido absorbidos por el sistema y cuentan con medios económicos suficientes como para permitirse realizar, en un cochazo de lujo, el viaje que hicieron de jóvenes en autostop. De esa manera se propone regresar mental y emocionalmente a la época dorada pero con los beneficios de la madurez.

Este tipo de trucos es usado no sólo por los publicistas profesionales, sino también por escritores y artistas, que utilizan sus obras como anuncios de la propia obra y de sí mismos, usando los iconos culturales de sus potenciales lectores con el fin de captar su atención y venderles la moto. Es lo que hacen los poetas ególatras, que utilizan cual folclóricas su vida íntima, o los vendedores de enigmas, tan de moda, los vendedores de misterios por descubrir. La vida planteada como una aventura desde el salón de tu casa o sentado en un potente, cómodo y lujoso coche.

Hoy es raro encontrar a un autor que, al realizar su obra, no esté pensando, más que en sus lectores, en el editor, en el crítico. Y lo hace porque sabe que de otra manera quedará inédita. Los empresarios de la cultura actuales no están interesados en obras de arte auténticas que se puedan vender bien, sino en meros productos para la venta. La cultura, el arte, la poesía han pasado a un segundo plano: todo son objetos para el consumo rápido, de usar y tirar.

Además, el consumidor, anestesiado por los publicistas no sabe diferenciar entre lo verdadero y lo falso. Se traga los simulacros como si fueran realidades. No está dispuesto a ser activo propagandista de los auténticos creadores y se conforma con los imitadores. Y esto porque probablemente él también aspire a ser reconocido como autor. Es el fenómeno de la blogosfera: se publica mucho pero se lee poco.

La verdad es que a pesar de lo mucho hay poco que leer.

¿Qué puede hacer un poeta, un artista, que quiera mantenerse al margen de este entramado mercantil, de todo este ruido, de toda esta red de reflejos condicionados creados para obtener un beneficio del consumidor pasivo?

Propongo el siguiente decálogo de principios básicos, a modo de elementos de un juego creador, más que imperativos.

Primero, quizá podrías mirar dentro de ti mismo y a tu alrededor sin anteojeras, buscando en las obras de los pueblos originarios, no contaminados. Segundo, podrías intentar escaparte de la red. Tercero, lo que tú quieras. Cuarto, podrías considerar la posibilidad de no colaborar ni pasiva ni activamente, ni a favor ni en contra del sistema establecido. Quinto, podrías denunciarlo o indagar si es posible despertar en ti una conciencia autónoma, crítico-creativa. Sexto, quizá podrías no comprar las obras de los artistas publicistas. Séptimo, podrías intentar crear, en la medida de tus posibilidades, medios alternativos de publicación y difusión. Octavo, podrías recurrir al lector ansioso de lo originario, de lo auténtico, de obras de arte como On the road, para que las difunda. Noveno, podrías no autoengañarte. Y décimo: lo que a ti se te ocurra.

Estos diez principios se encierran en dos: ama al arte y a los artistas como a ti mismo.


Luis Lucena Canales


No hay comentarios: